
El dispositivo de pelota VILIM es el resultado de varios años de investigación sobre los efectos de la estimulación nerviosa mecánica en el cuerpo humano. Puede parecer simple y divertido a primera vista, pero en realidad es un avance tecnológico que utiliza una amplia gama de innovaciones de vanguardia. El propósito de este artículo es revelar los componentes técnicos del dispositivo de pelota VILIM.

Estimulación nerviosa eléctrica
Investigaciones previas demuestran que la estimulación eléctrica de los nervios periféricos de la muñeca evoca actividad en la red central de temblores del cerebro. Esto condujo al desarrollo de una terapia de neuromodulación no invasiva denominada Estimulación Aferente Transcutánea Patronizada (TAPS). La TAPS consiste en ráfagas de estimulación eléctrica que alternan entre los nervios mediano y radial de la muñeca a una frecuencia adaptada al temblor de cada paciente. Diversos estudios concluyeron que esta terapia de neuromodulación resulta en una reducción segura y eficaz del temblor de la mano en muchos pacientes con temblor esencial o enfermedad de Parkinson.

Estimulación nerviosa mecánica
TAPS es innovador y eficiente; sin embargo, presenta múltiples limitaciones. Nuestro enfoque eleva el estándar mucho más allá y resuelve múltiples problemas. En lugar de estimular los nervios mediante electricidad, lo cual es un método brusco e innecesario, decidimos estimularlos mediante estimulación mecánica. Esta alternativa permite lograr una terapia de neuromodulación similar sin cargas eléctricas ni invasividad.
La eficacia de la estimulación aleatoria o mal ajustada es insignificante. Se requiere un ajuste preciso para cada caso de temblor individual para lograr la terapia óptima. El dispositivo de bola VILIM está diseñado para encontrar la terapia óptima automáticamente. Esto se logra mediante la fusión de cuatro elementos principales del dispositivo: sensores, unidad de cómputo, conocimiento clínico y controles adaptativos.

Sensores
El dispositivo mide el temblor de la mano en tiempo real. Esto incluye la amplitud, la frecuencia, la potencia del movimiento y otras variables. Esta función se realiza mediante diversos sensores biomecánicos integrados en el dispositivo. Los sensores monitorizan el estado del temblor del paciente, su reacción a la terapia y la calidad de los resultados del dispositivo. Los sensores son componentes clave de la pelota VILIM y funcionan de forma continua durante toda la terapia.

Unidad de cálculo
Aunque los sensores proporcionan un flujo de datos relacionados con el temblor, se requieren capacidades de computación rápidas y eficientes para que estos datos sean utilizables. VILIM Ball contiene una computadora potente y eficiente para realizar estas tareas. La unidad se encarga de recopilar datos y procesar señales digitales. También realiza otras tareas necesarias, como la monitorización de la batería y el control de la terapia. Y lo más importante, la computadora ejecuta modelos de IA que adaptan la terapia a cada paciente individualmente.

Conocimiento clínico
Cada caso de temblor es único. Al fin y al cabo, existen numerosas variables en constante cambio que pueden influir en el temblor: inicio de la enfermedad, edad del paciente, anatomía, emociones, etc. Aunque conocer todas las combinaciones posibles de todas las variables es imposible, las decenas de miles de casos de temblor que logramos registrar ayudan al dispositivo a tomar decisiones. Estos datos, es decir, el conocimiento clínico, ayudan a reducir el número de casos extremos y a aumentar la probabilidad de que la terapia ayude a aliviar los síntomas.

Controles adaptativos
El mecanismo de control interno del dispositivo cuenta con un circuito de retroalimentación que le permite generar la estimulación necesaria incluso en un entorno dinámico. El dispositivo funciona de forma constante, incluso con temblores leves o extremos, e incluso durante el transporte. Sin controles adaptativos, el dispositivo sería muy difícil de manejar y usar para el usuario habitual.